La organización no gubernamental belga Corvia ha recibido, tras tres años de disputa legal, la autorización para establecer el primer «buzón» en Bruselas, donde los recién nacidos pueden ser dejados de manera anónima.
Después de un prolongado litigio, la ONG belga Corvia ha obtenido el permiso para abrir el primer «buzón» en Bruselas, destinado a recibir a los bebés abandonados de forma anónima.
Este innovador buzón permite que los padres que no pueden o no desean cuidar de sus hijos los entreguen de manera segura y sin consecuencias legales.
Ubicado en una calle discreta de Bruselas, el «Nido de Ángeles», como se le conoce, cuenta con un sistema de calefacción y una cámara de seguridad para garantizar la protección de los pequeños.
Al depositar un bebé en el buzón, se activa una alarma silenciosa que notifica a los voluntarios de Corvia, quienes llegan rápidamente para atender al recién nacido. Posteriormente, el bebé es entregado a los servicios sociales y comienza el proceso de adopción.
Esta iniciativa tiene como objetivo proteger a los recién nacidos en situación de abandono y evitar que sean dejados en lugares peligrosos o inseguros. Los «buzones para bebés» no son un concepto nuevo y ya se han implementado en diversos países, incluyendo Alemania, Suiza, Italia y Estados Unidos.
Aunque algunos sectores de la sociedad han recibido positivamente esta medida, considerándola necesaria y compasiva, también ha suscitado críticas y preocupaciones. Hay quienes argumentan que estos buzones podrían incentivar el abandono de bebés y socavar el derecho de los niños a conocer su origen biológico. Asimismo, existe el temor de que las madres puedan verse presionadas a dejar a sus hijos en lugar de recibir apoyo y recursos para enfrentar sus dificultades.
No obstante las controversias, la ONG Corvia confía en que el buzón «Nido de Ángeles» salve vidas y ofrezca una alternativa segura para los bebés en situación de abandono.